Seguro que te ha pasado que has hecho un viaje largo, sobre todo en verano, y has tenido que hacer varias paradas para evitar el calentamiento del motor. Eso ya no pasa con los vehículos actuales, pero los coches de antaño no estaban tan preparados como los de ahora. Sus sistemas de refrigeración no eran tan avanzados y solía ser habitual que el vehículo se sobrecalentase. Si a ti te sigue pasando con el tuyo, a continuación te damos unos trucos para bajar la temperatura del motor del coche.
Porque todavía cabe la posibilidad de que la mecánica se caliente en exceso por el mal funcionamiento de algún elemento. Pueden ser bastantes las causas para este problema, por lo tanto es importante consultar con un profesional si ocurre de forma reiterada. Sin embargo, para salir de un apuro, vamos a hablar de algunas acciones que ayudarán a bajar la temperatura del motor. Se pueden aplicar cuando la aguja marque por encima de su lugar ideal o cuando haya evidencias de que está más caliente de lo que debería.
Cuando el indicador de la temperatura sobrepasa los límites, la tendencia es a parar el motor de golpe apagando el vehículo. Y lo cierto es que no se trata de la mejor opción. De esta forma también se apaga el sistema de refrigeración y solamente se deja a merced de la temperatura ambiente. En este caso, las válvulas podrían llegar a agarrotarse y la junta de la culata podría agrietarse.
Llevar el aire acondicionado puesto también supone una carga para el coche, un esfuerzo extra cuando en el exterior hay temperaturas altas. Por lo tanto, si lo apagamos se reducirá la actividad y se ayudará a un enfriamiento de la mecánica.
Siguiendo el mismo principio que en el punto anterior, poner la calefacción podría ayudar a bajar la temperatura de la mecánica. El calor que hay en el vano del motor se transfiere al habitáculo y así se consigue este efecto buscado. Eso sí, mejor hacerlo desde el exterior del coche parado para no cocerse.
Con el coche parado, podemos ayudar a una bajada de temperatura poniendo el motor en punto muerto y dando unos pequeños golpes de gas con el acelerador. De esta forma, se ayudaría a la bomba de agua y al ventilador a funcionar contundentemente. En zonas de atascos y paradas, evitar los acelerones bruscos y aprovechar el freno motor.
Una de las causas principales del sobrecalentamiento del coche es que el ventilador del radiador no está funcionando de forma correcta. Se puede comprobar fácilmente comprobando el nivel de refrigerante del vaso de expansión. Si el ventilador está parado hay que apagar el motor, pues en caso contrario la temperatura seguirá subiendo. Es importante no abrir el tapón del vaso de expansión con el coche caliente, pues podría saltar agua hirviendo y causar quemaduras graves.
Para ponerlo en marcha de forma forzada se puede hacer un puente entre los contactos del termocontacto, que es la válvula situada en un lateral del radiador. Sirve para conectar el ventilador cuando se pasa de cierta temperatura y sacando los dos cables en los bornes del termocontacto se pondrá en marcha. De esta forma la mecánica podrá bajar de temperatura.
Si lo anterior no ha funcionado, es posible que se haya evaporado el líquido refrigerante por el exceso de temperatura. En este caso, hay que proceder a su rellenado, siempre con el motor en frío. Basta con abrir el tapón del vaso de expansión e ir echándolo poco a poco. Es recomendable hacerlo con el motor arrancado para que el circuito de refrigeración esté en funcionamiento y se pueda rellenar entero, con el motor parado no llegará a todas las partes.
Estos son algunos trucos que podrían ayudar a salir del paso ante un sobrecalentamiento puntual, pero si el problema persiste hay que llevar el coche a un mecánico para que pueda solventarlo. Si se fuerza el motor podría saldarse con averías más graves y costosas.